Vamos a narrar brevemente cómo se prepara al Ángel desde el momento que se elige para suplente hasta que termina la ceremonia.

Lo más importante son los ensayos. Los hacemos una vez por semana y en horas distintas el suplente y el titular. Se hacen en nuestra casa en la Avda. de Zaragoza nº 16.
Estamos presentes Zoraida Hoyos, Ana María Arregui y el que esto escribe, Miguel Vallejo.
Antes de comenzar a ensayar el niño merienda, es una forma de irle conociendo. Luego el cuarto de estar de nuestra casa se convierte en una virtual Plaza Nueva y realizamos el ensayo.

Consiste en ir reviviendo todo lo que el ángel tiene que hacer en la ceremonia. Vamos memorizando el texto, va conociendo su significado y realizando los movimientos desde que sale del templete, se santigua tres veces, echa aleluyas, el vuelo, el encuentro con la Virgen, el grito “Alégrate María porque tu hijo ha resucitado”, quitarle el velo, el echárselo en el hombro, la entrada en el templete, etc.
Lo hace andando por la habitación y con una réplica de las alas, el paño, las aleluyas, etc. Esto lo va repitiendo varias veces todos los días. El ensayo termina siempre con un rato de juegos.

Para final del primer año de ensayos, el ángel suplente tiene que estar totalmente preparado para poder ser el ángel en caso de que el titular por la razón que fuera no pudiese hacerlo, no ha pasado nunca, pero puede ocurrir. Por eso el Domingo de Resurrección este niño tiene que venir a casa por si tiene que sustituir al titular.
Al año siguiente una vez confirmado que lo va a hacer, sigue ensayando una vez por semana. La diferencia está en que veinte días antes hace un par de ensayos, colgado del techo de un sótano de casa de la familia Gambra Arregui. Procuramos reproducir fielmente la postura que el niño va a tener colgado de la maroma y se le pone el corsé, las alas, la bolsa de las aleluyas, la corona, el banderín, la corona de la virgen, el paño negro, y va realizando el ensayo con todos los pasos importantes.

Un aspecto importante es ir probándole el vestido, la corona, las sandalias, etc., y adaptarlos al niño de cada año. El tema del pelo es importante ya que desde hace veinte años aproximadamente a los niños no se les pone peluca, se les deja crecer el pelo.En vida de María Álava los ensayos se hacían en su casa de la calle Ugarte nº 5, en una habitación muy amplia que daba a la huerta de las monjas del hospital y desde la que se veía la Torre Monreal.