Ablitas

Ángel de Ablitas Navarra.
La Villa de Ablitas en Navarra es también escenario durante el Domingo de Resurrección de una representación del Ángel.
En primer lugar describiremos cómo se desarrolla esta fiesta en la actualidad.
A las 8 de la mañana del domingo de Pascua de Resurrección, los Auroros de Ablitas acuden a cantar a la casa del Ángel donde la familia les obsequia con un desayuno para ellos y las Cofrades de la Virgen Dolorosa cuya misión comentaremos después.
A media mañana, 11:30 horas, salen de la Iglesia Parroquial dos procesiones:
Una que lleva el Palio con el Santísimo, va por la Calle de la Diezma para llegar a la Plaza, escoltada por las autoridades, el Ángel y su acompañante, que es la persona que lo representará al año siguiente.
La otra, es la de la Cofradía de la Virgen Dolorosa, compuesta por mujeres que llevan a la Virgen en una carroza, y que trascurre en la actualidad por la Calle de la Iglesia y antes por la Calle de la Diezma hasta llegar a la Plaza. El motivo de este cambio de recorrido es el hecho de que la estrechez de la calle de la Diezma impide el paso de la carroza de la Dolorosa.

Llega la Virgen al centro de la Plaza donde le espera el Palio con el Santísimo y el Ángel. Se deja una distancia de 10 o 15 metros entre la Virgen y el Ángel. La Virgen va vestida de gala pero le cubre el vestido y parte de la cara un paño negro en señal de luto. El Ángel lleva un banderín y el futuro ángel una flor, en concreto una cala. Antes de empezar el Ángel con las reverencias se intercambian los niños el banderín y la flor. El ángel con la flor en la mano hace tres reverencias a la Virgen con las rodillas y la cabeza y por una escalera sube hasta la Virgen. La escalera que hasta el año pasado se colocaba frente a la imagen de la Virgen, se coloca ahora en un lateral del paso.
El Ángel trepa por lo escalera hasta llegar a la Virgen. Le quita las agujas con las que el velo negro se sujeta al vestido, le retira el velo y le exclama “Alégrate María ha resucitado tu hijo”. Besa a la Virgen, se echa el velo negro al hombro, y arroja aleluyas y papelitos de colores, mientras la banda de Música de Ablitas interpreta el Himno de Navarra. En ese momento se sueltan las palomas que han permanecido en una cesta de mimbre al pié de la virgen y que como la escalera es colocada por la familia del Ángel.
El Ángel baja de la peana va hacia el Santísimo le hace tres reverencias, coge el banderín y vuelven todos en una única procesión hasta la Iglesia. Una vez allí el Ángel y el suplente se colocan en el Altar Mayor de cara al público y se oficia una Misa Solemne.
Por la gran importancia que tienen en esta fiesta, hay que hacer una mención especial a la Cofradía de la Virgen Dolorosa.
Fundada en 1992 con 30 mujeres , cuenta en la actualidad con 80 componentes.
Se encargan de distintos actos de la Semana Santa: La fiesta en la Iglesia del Viernes de Dolores, el Viernes Santo se lleva a la Virgen vestida de luto a las 12 del mediodía y a las 3 de la tarde está presente en la ceremonia de “Las tres peticiones”, en la Vigilia y en la Procesión del Santo Entierro. El Sábado Santo son las encargadas de preparar a la Virgen para la fiesta del Domingo de Resurrección, quitarle a la Virgen el vestido de luto y ponerle el vestido blanco, el manto azul y el paño negro. Las encargadas de vestir y arreglar a la Virgen son las cofrades Marina Calvo y Rita Dúcar. La encargada del arreglo de la carroza y de guardar vestidos, túnicas, estandartes, faroles tanto de la Virgen como del Ángel, y un largo etcétera, es la familia de Pilar Serrano y Honorato Villafranca.
Otro cometido de la Cofradía es la elección del Ángel.El primer requisito, según los estatutos, es que sea hijo o nieto de cofrade, con una edad entre los 7 y los 9 años, indistintamente chico o chica, uno por familia. A falta de estos requisitos es la Junta la que decidirá a la persona que hará de Ángel.
Estos son los nombres, el año en que lo hicieron y la edad que tenían entonces de los Ángeles de Ablitas.

Nombres Año que hizo el Ángel Edad que tenía
David Baigorri 1989 8 años
Felipe Martínez 1990 10 años
Manuel Baigorri 1991 8 años
Javier Sada 1992 8 años
Soraya Serrano 1993 9 años
Sara Aznar 1994 8 años
Francisco Villafranca 1995 9 años
Eduardo Asensio 1996 9 años
Sofía Serrano 1997 9 años
Ana Jiménez 1998 8 años
Oiane Pérez 1999 8 años
Inmaculada Enériz 2000 8 años
Natalia Sánchez 2001 7 años
David Martínez 2002 8 años
Celia Antón 2003 8 años
Paula Huerta 2004 8 años
Julia Fernández 2005 7 años
María Ochoa 2006 9 años
Natalia Antón 2007 8 años
María Gómara 2008 10 años
Daniel Gracia 2009 7 años
Leire Sesma 2010 8 años
Joel Beltrán 2011 8 años
Leire Fernández 2012 9 años

Antes de fundarse la Cofradía se hacía esta misma representación pero el encargado de quitarle el paño a la Virgen era uno de los monaguillos que salían en la Procesión.

Representación como en Tudela.

Según testimonio del Luis Dóiz vecino de Ablitas se conoce que a mediados de los años 40 del pasado siglo y durante varios años se realizo una representación similar a la del Ángel de Tudela con un niño colgado de una maroma.
La función, según nos cuenta, se hacía a media mañana y de la Iglesia salían como ahora dos procesiones; la de las mujeres por la calle de la Diezma- que portaba a hombros una antigua talla de la Purísima, cubierta la cabeza con un velo- y la de los hombres con el Santísimo bajo Palio, que iba por la calle de la Iglesia para terminar ambas en la Plaza.En la Plaza se colocaba una soga y una cuerda auxiliar, que iban desde el piso alto del entonces Ayuntamiento, hasta la altura del primer piso del bar de “La Cristina” (hoy Bar Moreno). El Ángel salía desde lo alto del Ayuntamiento y mediante un mecanismo de tracción y colgado de un arnés a la soga, le iban deslizando tirando de la cuerda pequeña desde el fondo de la Plaza para que llegado a la altura de la Virgen le quitara el velo y anunciara la Resurrección. Terminado este momento se tiraba de la cuerda pequeña desde el Ayuntamiento para la vuelta y recogida del niño. Concluida la ceremonia la procesión con el Ángel volvía a la Iglesia donde se celebraba una misa solemne.

La idea de hacerlo de esta forma se debió a un miembro de la familia Andrés y Luis Dóiz me comenta que también representaron al Volatín.

Se conocen los nombres de los dos niños que representaron al Ángel. El primero fue Jesús Alegría Sola que lo hizo dos años en 1946 y 1947 y José Antonio Zardoya Soria que lo hizo solamente uno (no se sabe si fue inmediatamente, en 1948, ó trascurridos algunos años en 1955).

Por mediación de la familia de Alberto Serrano y Luisa Pérez conseguí ponerme en contacto con Jesús Alegría Sola con quien quedé una tarde. Nos encontramos en el Barrio de Lourdes, en la Plaza de San Juan Bautista, junto al olivo y, en los bancos de la plaza nos sentamos a hablar y poder recoger así sus recuerdos sobre la celebración de este Ángel.

Inicialmente Jesús comentó que después de tanto tiempo se acordaba de pocas cosas, pero poco a poco, fue evocando recuerdos de aquellos años. No recordaba exactamente los años en que lo hizo, aunque sí recordaba que lo hizo en dos ocasiones, y al comentarle yo los años 1946 y 1947 confirmó que efectivamente esos habían sido los años en los que encarnó la figura de el Ángel.
Si recordaba perfectamente que fue a su casa, Julián Andrés, y le comentó a su madre que habían pensado hacer la Bajada del Ángel en Ablitas al estilo de la de Tudela, que necesitaban un niño para hacerlo y que habían pensado en él, en su hijo Jesús. A medida que íbamos hablando Jesús fue haciendo memoria de aquellos momentos que él vivió intensamente y con la emoción propia de un niño de corta edad.
La madre le dijo que, eso lo tendría que decir el niño y si este quería, lo confirmaría su marido. Efectivamente, Jesús nada mas enterarse dijo que sí y el padre, concedió el permiso, encantado.

De su padre, Antonio Alegría Escribano, recuerda que era muy conocido en el pueblo, amigo de todos, “se hablaba con todas las personas”, gran aficionado a recortar vacas y a cualquier acto festivo del pueblo. Con su caballería, su carro y una cisterna abastecía de agua a las familias de Ablitas subiéndola desde el Canal de Lodosa y en el verano lo contrataba el Ayuntamiento para regar la Plaza.

Durante nuestra conversación Jesús reconoce que era un mocete travieso, que se pasaba el día entre la escuela y los juegos en la calle y que está seguro que su carácter alegre y travieso hizo que los organizadores se fijaran en él. Evoca que durante dos semanas anteriores a la Pascua de Resurrección, y con la ayuda de sus primos “los Romeros” ensayaba todas las noches, en el mismo escenario, colgado de la maroma y haciendo todos los movimientos que tendría que hacer el día de Pascua y que siempre había gente viendo los ensayos.

Se acuerda igualmente de la soga que pusieron en la Plaza y que iba desde el Ayuntamiento hasta el bar de “La Cristina”, y de los mecanismos que le hacían moverse, “ambas cosas las dejo Tirso Laguardia”.

Salía de la parte alta del antiguo Ayuntamiento e iban deslizándolo hasta mitad de la Plaza, donde le esperaba la Virgen. Él iba vestido de blanco, con alas, echaba aleluyas, llevaba un corsé que le sujetaba a la soga, un banderín en la mano y sus brazos se movían a modo de vuelo.
De los días del Ángel recuerda que lo hizo muy bien, que no sintió nada de miedo cuando salió del último piso del Ayuntamiento y voló hacia la Virgen, y le grito “Alégrate Virgen María tu hijo ha resucitado”, porque le gustaban las alturas y la aventura.

Igualmente que fue en la procesión hasta la Iglesia y que después de la misa pasó la bandeja por las casas del pueblo y que lo que le dieron fue para él y su familia. Jesús - cuyo padre era apodado melocotón – evoca algo que entonces le disgustó ya que, por las calles le cantaban:

“ Hay melocotón, hay melocotón,
como te caigas de la cuerda
qué zarrapotón….”

Jesús Alegre me confirmó que al año siguiente fue José Antonio Zardoya Soria el que le sustituyó y que ya no se volvió a hacer más veces de esta forma.

Al final de la charla, me contó una anécdota que le ocurrió viendo al Ángel de Tudela con uno de sus hijos al que llevaba a hombros.
Mientras presenciaba la ceremonia, le dijo a su hijo:Este Ángel no vuela bien.A lo que una señora le dijo:Suba usted a ver si se atreve y lo hace mejorY él le contestó:Señora que yo he sido el Ángel en Ablitas dos veces y bien que lo hice.
Antes de despedirnos le pedí permiso para hacerle una foto. No puso ningún inconveniente, aunque luego me comentó, que seguro que su señora le decía que no iba arreglado. Días más tarde Sixto Iragui le hizo la foto que aparece en el reportaje.
Lo más emotivo de este encuentro fue el ver cómo se iba acordando de todo, cómo lo revivía, la emoción con la que hablaba y lo sentía. Fue una hora inolvidable.

Desde aquí queremos expresar nuestro agradecimiento a Jesús Alegría Sola, a Luis Dóiz y Mª. Cruz Luzán e hijas, a la familia de Pilar Serrano y Honorato Villafranca y a la familia de Alberto Serrano y Luisa Pérez. Gracias a ellos, por su dedicación, su hospitalidad y el tiempo que nos dedicaron para poder testimoniar y preservar la historia del Ángel de Ablitas. Ojalá que este sea el comienzo, para recoger el testimonio de otras personas que hayan sido testigos directa o indirectamente de esta ceremonia.

El video del Ángel de 2012 lo ha realizado Mª. Cruz Dóiz Luzan.

M.A.V.