1994
El día amaneció con una lluvia que no cesó durante toda la mañana. Pero Pachi no se amedrentó a la hora de ser el Ángel del Tudela el 3 de abril de 1994, y hacer sentir a María Álava, su tía, un orgullo indescriptible.
La climatología obligó a que la procesión acelerara el paso y llegara a la plaza nueva hacia las nueve y diez minutos, cuando llovía de manera más intensa. Pero Pachi, que siempre había expresado un enorme deseo de ser Ángel, cuando llegó el momento, lo realizó de forma espectacular, inmejorable. Solemne, tranquilo, con un vuelo perfecto, y una dulzura que enamoró a todos los presentes, Pachi consiguió subir la fría temperatura del día, y hacer que la lluvia pareciera no caer sobre Tudela.